miércoles, 26 de octubre de 2011

Tras las huellas de la memoria


Están en algún sitio / concertados
desconcertados / sordos
buscándose / buscándonos
bloqueados por los signos y las dudas
contemplando las verjas de las plazas
los timbres de las puertas / las viejas azoteas
ordenando sus sueños sus olvidos
quizá convalecientes de su muerte privada
(Desaparecidos, Mario Benedetti)

    Playa de Carrasco. Montevideo.
Después de una breve visita a la ciudad de Montevideo, llego al otro lado del Río de la Plata. La ciudad de Buenos Aires. El barrio de La Boca. El parque de Lezama, presencia recurrente en la obra de Sábato.
Una ciudad que me me gustó, mucho, por su imaginario y por lo que transmite. Desde sus librerías, abundantes y de buena calidad, a su oferta gastronómica.
Vivo allí la nueva victoria de Cristina. Kristina con k de Kirchner, en numerosos carteles. Unas elecciones con porcentajes abrumadores a favor del gobierno. A su favor cuenta con una fuerte inversión social, pasos en el buen camino frente a la impunidad de los que reprimieron durante la dictadura, el aumento del salario mínimo y las partidas destinadas a pensiones. En su contra, la sombra de la corrupción y el clientelismo. 
                                            Plaza de Mayo.Domingo 23 de Octubre de 2011
      Pude conocer la labor de las Madres de Plaza de Mayo, referencia durante años. Voces valientes en años de silencio. Un motivo fundamental para visitar Argentina. Pude hablar con Juanita, Madre de 97 años, perdió un hijo. Una de esas madres que "no sabían nada de política cuando perdieron a sus hijos".
      Madres de algunos de los 30.000 desaparecidos durante los años de la represión (entre 1976 y 1983).
     Les decían "no hagáis nada, van a volver" pero ellas empezaron a buscar a sus hijos, se conocen y preguntan por los seres queridos desaparecidos. "Tres hijos" , "mi hija embarazada", "mi marido y mi hijo". 
      Miles de desaparecidos por oponerse al gobierno militar. Represión brutal. Torturadores formados en la Escuela de las Américas.
    Las madres deciden organizarse, buscar a sus hijos, reclamar justicia. "Llorando no logramos nada" era la consigna más repetida. Juanita me dirá "empezamos a luchar por la aparición de nuestros hijos y por lo querían y pensaban. No querían nada para sí, querían un país en el que no hubiera niños muriendo de hambre". Al lado del despacho de la presidenta de las Madres, a quien después podría saludar; afirma "Nunca dimos un paso atrás, siempre hemos luchado por que se condene a los criminales"


                                          Con Juanita y Hebe de Bonafini.
Momentos duros en estos años de lucha. Un sector de las Madres abandonó la organización por su desacuerdo con la gestión de la presidenta e importantes diferencias reivindicativas.
Las Madres de Plaza de Mayo se niegan a aceptar compensaciones económicas por la muerte de sus seres queridos. Afirman: "lo que hay que reparar con justicia no se puede reparar con dinero”.

Destacable también la labor de las Abuelas de Plaza de Mayo, centrada en la búsqueda de los niños robados durante la dictadura, al modo de lo que aconteciera en la posguerra española. Niños de madres que posteriormente serían asesinadas. Entregados habitualmente a familias afines a la dictadura, considerados en palabras de Juanita "la semilla de los terroristas que debe desaparecer".

Admiro a todas estas madres y abuelas que,organizadas, siguen reclamando justicia y verdad. Habrán cometido errores, como el que escribe y cada uno de nosotros; sin embargo, queda un ejemplo a seguir. Un testimonio de compromiso. Siguen reclamando justicia y verdad, mientras entre numerosos reconocimientos internacionales e iniciativas sociales siguen comprometidas, decididas a "luchar por el mundo en el que creían todos los hijos desaparecidos"



7 comentarios:

  1. Diego, querido amigo, se me hizo corto el post sobre "Mi Buenos Aires querido" pero intenso. Qué interesantes experiencias estás viviendo.... ¡Qué bueno que pudieras conocer a esas valientes mujeres y su lucha!
    La próxima vamos juntos a mi país... no podés dejar de conocer mi ciudad natal, la Feliz, mi mardel bonita... Si los Planetas se alinean iremos, ¿por qué no? Muaks

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  2. Romina,gracias por el comentario.Sin duda,me encantaría que me puedas acompañar a la próxima visita a Argentina.
    Besos

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  3. Emocionada crónica. Enhorabuena por tu viaje y por tu sensibilidad.
    Un abrazo

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  4. ¿Qué decir que no haya dicho ya la señorita Romina?
    Te envidio, la verdad, me encantaría conocer tanta gente como tú estás haciendo, y todos ellos aportando su granito de arena en la historia... haciendo lo que pueden, como pueden.
    Felicidades, mon ami.

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  5. Estas mujeres son un ejemplo de lucha. No todas las personas somos capaces de enfrentar las cosas de esa manera.

    Gracias por compartir la experiencia.

    Qué pena perderse un viaje así…

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  6. Muy buen artículo, Diego, y que desgarradora la historia de las madres y abuelas de Plazo de Mayo. He aprendido acerca de la Guerra Sucia anteriormente, aunque es primera vez que conozco a alguien quien ha visto una de las protestas en persona y visitado las involucradas. Bien profunda la experiencia. Wow.

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