domingo, 20 de mayo de 2012

Timor Oriental cumple diez años como estado independiente

El 20 de mayo de 2002 Timor Oriental alcanzaría la ansiada meta de la independencia. Quedaban atrás décadas de ocupación por parte de fuerzas indonesias, en uno de los episodios más horribles de la historia del siglo XX. Tropas indonesias invadieron la antigua colonia portuguesa, pocos días después de que la antigua metrópoli reconociera su independencia. Comenzaría entonces un proceso de terror impuesto con el objetivo de aniquilar cualquier movimiento nacionalista.

Ante el silencio de las potencias occidentales, Indonesia mantuvo el control de la zona durante un cuarto de siglo. Australia y Estados Unidos reconocieron de facto la soberanía indonesia sobre el territorio al mismo tiempo que suministraban armamento al país gobernando por Suharto, a pesar de las decenas de miles de muertes por hambre con el objetivo de diezmar la población de Timor Oriental, el uso de armas químicas como el napalm que tanto dolor causó en Vietnam, o el empleo de la violación, que sufrieron miles de mujeres, como arma de guerra. Tampoco importaron las víctimas en la región de Aceh o en Papúa Occidental.

Noam Chomsky, en Una nueva generación dicta las reglas, recordará cómo los Estados Unidos apoyaron la toma de poder de Suharto, a quien consideraban un importante aliado en su lucha contra el comunismo, haciendo posible con su silencio y cooperación la represión en Timor. El gobierno australiano, por su parte, respaldó las pretensiones de Jakarta desde el comienzo de la ocupación, sin que las muertes de cientos de civiles fueran impedimento para la firma de acuerdos de explotación petrolífera.

La ocupación del territorio del actual Timor Oriental entre 1975 y 1999 supuso la muerte de una tercera parte de la población. Muchas de las víctimas del genocidio perdieron la vida en campos de concentración. Otros, participantes en el movimiento de resistencia, lo hicieron en enfrentamientos armados con las tropas indonesias. Cientos más tuvieron que huir al exilio para evitar amenazas  que incluía diferentes tipos de torturas, mutilaciones y muerte para todo aquel que cuestionara el dominio de los ocupantes.

Finalmente, tras la caída de Suharto, el gobierno indonesio  convocó un referéndum para determinar el futuro del también conocido Timor Leste. La victoria de la opción independentista en la consulta celebrada en 1999 supuso el inicio de una política de tierra quemada  por parte de elementos contrarios a la independencia, secundados por el ejército de Indonesia, que llevó al desplazamiento de la mayor parte de la población, cientos de asesinatos, decenas de violaciones, así como la destrucción de viviendas y a inutilizar depósitos de agua a lo largo del país. El premio Nobel de Literatura, José Saramago escribiría un memorable texto en aquellos días. Finalmente, una fuerza de Naciones Unidas intervendría en 2002, mientras que la independencia del país sería reconocida internacionalmente el día 20 de Mayo.

En los años posteriores la situación política del país vive momentos convulsos, entre los que destaca el intento de golpe de Estado en 2008 cuando José Manuel Ramos-Horta, presidente del país, fue gravemente herido. Ramos-Horta, quien tuvo que reconocer su derrota en las recientes elecciones presidenciales, es una de las figuras más importantes en la historia reciente. Recibió junto a un sacerdote católico, Carlos Felipe Ximenes Belo, el Nobel de la Paz en 1996. En 2006 se vivieron además tensiones internas que estuvieron a punto de provocar una guerra civil.
Además de celebrar sus primeros diez años de independencia, los ciudadanos del pequeño estado vieron ayer cómo su nuevo presidente, José María Vasconcelos, tomaba posesión. Más conocido como Taur Matan Ruak,  Vasconcelos, que fue líder de las fuerzas armadas hasta el pasado año, se impuso en la segunda ronda al candidato del FRETILIN, formación clave en la lucha independentista, Francisco Guterres. Tendrá que afrontar, entre otros desafíos como el desempleo juvenil y la desigualdad de la mujer, el reto de combatir la pobreza en un país que, a pesar de contar con importantes recursos naturales, sigue estando entre los más pobres del planeta.

*Continúa en Miradas de Internacional